Los Coen (2) El hombre que nunca estuvo allí

Pecata minuta para los amantes del cine negro. Una vez más me rindo ante la magia narrativa de los Coen. Sé que no es una película fácilmente digerible, que en ocasiones llega a desconcertar (sobre todo al final), pero es una historia con un trasfondo moral más sutil del que a primera vista puede parecer.

El hecho de que esté rodada en blanco y negro le otorga ese halo de misterio del cine negro de los 40, pero con un toque moderno y casi hipnótico. Si le sumas un guión elaborado, quizá demasiado lineal al comienzo. Billy Bob Thornton se supera. Cuando una cinta de larga duración se basa en la capacidad interpretativa de un actor al 80% me entra miedo. He visto películas en las que grandes actores no eran capaces de soportar el hecho de tener que llevar el peso de su propia interpretación tanto tiempo. B.B. Thornton es de esos actores que podrían interpretar casi cualquier papel. Verlo con aplomo, naturalidad, siempre pegado a su cigarrillo es casi romántico. 

La historia está basada en la vida de Ed Crane, 1949, un barbero (me encanta este nombre) introvertido,  del norte de California, depresivo, amargado continuamente, desmotivado con su propia existencia, encuentra una forma de sacar partido de los cuernos que su mujer (Frances McDormand) se encarga de ponerle con su jefe ( James Gandolfini). La propia trama, la propia historia se va conformando hacia el absurdo , santo y seña de los Coen.

Para mí una buena mezcla de comedia, cine negro y lo más importante, talento inagotable de los Coen

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